Taller mecánico

(las vergüenzas de mi Corsa)

Ayer me tocaba llevar a revisión el flamante Corsica para que le cambiaran el aceite por primera vez.

Todavía hay mucho conductor que desconfía de los talleres mecánicos tradicionales y prefiere pagar «religiosamente» en un concesionario oficial cualquier mínima manipulación en su coche. Sus razones tendrán o les sobrará el dinero…

Ya sabeis que soy muy aficionado a la mecánica (teórica), ya que no sabría cómo meterle mano a una sola pieza del motor. Pero sí que sé cómo funcionan los mismos y algunos de sus accesorios.

Mientras esperábamos a que llegara el nuevo filtro del Corsa estuve con los mecánicos de «MI» taller aprendiendo algunas cosillas sobre su trabajo. Tenían un cohe parado que les había llegado con la grua  desde el pueblo donde dejó de funcionar. Allí estaban devanandose la cabeza buscando las posibles causas de la avería.

Imagino que la mayoría sabeis que los vehículos actuales están dotados de una electrónica y lo que podríamos llamar un hardware bastante sofisticado para cualquier coche utilitario. Todo pasa por una serie de controladores electrónicos que actúan como detectores de avería o fallo y regulan tanto la inyección de combustible, como el simple alumbrado del vehículo. Si algo falla en cualquier parte del motor queda registrado y se pueden obtener indicaciones de lo ocurrido nada más que con conectarle un ordenador con el software correspondiente del fabricante.

Ayer tuve ocasión de ver una vez más a unos mecánicos de los de verdad, intentando descubrir lo que el ordenador no decía. Era una avería extraña, porque según el ordenador no había avería. Pero lo cierto es que el coche no arrancaba.

Para no aburrir os garantizo que contemplaron todas las posibilidades habidas y por haber y la conclusión era que, con toda probabilidad, el controlador de bloqueo del coche lo había dejado inutilizado por alguna razón ajena al propio motor, vamos que debía estar averiado el propio sistema de bloqueo, con lo cual no dejaba arrancarlo.

Sea lo que fuese su única preocupación era solucionar una avería al menor coste posible para el propietario. Cambiar esta unidad de control vale un buen dinero, pero tampoco tenían la absoluta certeza de que eso fuera cierto. Pero una vez montada una unidad nueva ya no hay posible vuelta atrás prque no se puede devolver al fabricante.

Quería destacar esta actitud de buenos profesionales. Lo más fácil es llegar y cambiar lo que sea;si se soluciona así ya está y si no se siguen cambiando todas las posibles causantes de un fallo. Al final una tontería se ha convertido en una avería carísima de arreglar, ya que se cambian sin necesidad un montón de componentes que no hacen más que encarecer la reparación. Pero estos mecánicos utilizaron una herramienta muy útil que ha desaparecido de otros lugares de trabajo: Su cabeza. Pensaban y pensaban, estudiaban y analizaban antes de hacer nada que no fuera estrictamente necesario. Y eso hoy por hoy es de agradecer.

Por si os preguntais dónde están estos buenos mecánicos:

Valentin Galan Fustero

Calle de María Moliner, 25,

50007 Zaragoza

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

7 respuestas a “Taller mecánico”

  1. Desde luego que conociendo a un mecánico que analiza, investiga, y determina la avería antes de meterle mano a tontas y a locas, da mucha confianza, y te ahorra un montón de dinero. En los talleres oficiales (generalmente) te cambian repuestos que no son el origen de la avería. Pero hay de todo, se trata de encontrar el sitio donde el cliente deposite su confianza y no se vea defraudado.

  2. José Luis, cuando puedes llevar el coche hasta Borja, es que lo tienes que poner en el elevador, y desde luego que no le habrás dejado tener una avería seria…
    Pero yo hago al revés, les digo que entiendo (de mecánica teórica) y ellos me dan una clase práctica. Al final todos satisfechos de aprender y de transmitir conocimientos. El resto ya sabes cómo se las gastas las unidades de control… 🙂

  3. Primeramente, felicitaros las fiestas.
    En relación a los talleres, no me fio ni de unos ni de otros, al final, unos u otros acaban pegándotela algún día.
    Cuando tengo que llevar, por narices, el coche al taller me desplazo de Barcelona a Borja, y lo dejo en el taller de mi cuñado.
    Nunca digo en el taller, que trabajo como Técnico de Mantenimiento en Aeronaves, y que algo del tema conozco.
    Así, cuando les pido explicaciones de lo que le pasa al vehículo y comienzan a explicarme películas de Ciencia Ficción, me revientan.
    Y ya he tenido unas cuantas.

  4. Jubi, yo no digo que todos los concesionarios sean impermeables a la sensatez. Pero su negocio está en el elevado margen comercial de los repuestos y de la mano de obra. Y ahí no suelen mirar demasiado el sustituir o no por repuestos originales, con garantía claro. Pero pienso que abusan bastante de su privilegiado status.
    A mí las lanzas del coche se me rompen solas… 😉

  5. Yo hasta hace poco acudía a un taller de confianza, pero han cambiado de dueño y mecánicos.
    Los mantenimientos normales me los hacía yo, cambio de aceite, filtros…
    Pero en la actualidad no me atrevo a hacer nada.
    Hace un tiempo tuve una avería importante en el Laguna que poseo, no me atreví a llevarlo a ningún taller no oficial y tuve suerte.
    La entrada que publiqué es esta :
    http://www.unjubilado.info/2009/09/21/renault/

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