Votar en conciencia

¿Eso qué es?, se deben preguntar sus Señorías Diputados, después de haber votado a lo largo de los años cientos de Leyes y Decretos, escudados en la «disciplina del partido».

Si se salen de ella, se les considera tránsfugas, o al menos ingratos con el Partido que les ha posibilitado su pertenencia al Parlamento. Pero después se descuelgan con razones tibias para justificarse en su circunscripción electoral con que «no tenían más remedio»…

Cuando un «iletrado» como yo, advirtió de la posible inconstitucionalidad del Real Decreto Ley de marras (detrás del que hay muchas cuentas pendientes de AENA), pudo parecer producto de una cerrazón mental que me llevaba a defender a unos en contra del criterio generalizado de la sociedad.

Pero cuando lo dice un Diputado del PP es que tiene la suficiente enjundia como para planteárselo de manera más exhaustiva y solamente en términos de «legalidad».

Sinceramente que no entiendo nada de política (NADA), ya que los hechos de unos y otros no permiten saber el porqué de sus votos. El PSOE haciendo piña en torno a sus representantes en el Gobierno, confundiendo lo que es Política de partido con los intereses reales del Estado. El PP dejando morir de «éxito» al Gobierno, como los buitres esperando el último estertor de vida de su comida. El resto de partidos arrimando ascuas a sus aspiraciones más recónditas y «vendiendo» su apoyo al mejor postor (o impostor). Y el único que dijo que NO, me da que a veces se ha olvidado de que también se puede votar que SI.

¿Moción de censura?… ¡ni hablar! que hay que arriesgarse a perderla. ¿Adelanto de elecciones? ¿para qué?, si no nos fiamos de ningún partido. Y mientras tanto a insuflar aire en los globos sonda para que estemos entretenidos un rato: edad de jubilación, quiebra de la Seguridad Social, Ley del Tabaco, símbolos eclesiástico-religiosos, el Juez Garzón, trajes de corte (y no de mangas), y encima las Alertas Meteorológicas apoyando con sus lamentables consecuencias el despiste general que tenemos todos.

No podemos pensar en todo lo que nos está cayendo encima, a parte de nieve, mientras más de cuatro millones de parados buscan un lugar bajo el sol todos los días (incluidos los lunes), mientras hacemos cuentas para ver cómo «cumplimos» con el banco que tanto cariño nos tenía cuando nos concedió la hipoteca (hinchada para comprar el coche), cuando los pensionistas después de la subida del IPC cobran menos que el año anterior, y encima tenemos que pensar a quien votar en las próximas elecciones… ¡anda ya!.

Lo tenemos crudo, porque estamos llegando al convencimiento de que ni unos ni otros defienden ningún interés que no sea el de su partido. Al pueblo ya nos convencerán de sus «proyectos» en cuanto empiecen con la campaña correspondiente, para luego convertir todo en «agua de borrajas».

La corrupción la tenemos integrada ya como una forma natural de comportamiento político, como un mal menor. Aceptamos que se lucren unos cuantos con tal de que al final nos revierta algún beneficio social o que se haga algo por salir de la crisis.

Estamos perdiendo calidad democrática con la actuación de los partidos, con todos ellos. Todos pecan de lo mismo, FALTA DE CREDIBILIDAD, porque no nos explican lo que pretenden de manera clara y contundente. Parece que están tejiendo y destejiendo el Estado como lo hacía Penélope con su sudario…

Y cuando el Jefe del Estado anima a la concordia y el apoyo de todos los partidos hacia un objetivo común, se le recrimina por haber tomado «partido». ¿Y qué quieren que haga?, ¿que se quede mudo como el resto de los españoles a los que representa?.

Estamos en crisis, de las de verdad y muy profunda, pero no sólo en lo económico, sino en crisis de nuestros valores democráticos y sociales. Si los partidos no saben lo que pintan en este escenario político mejor sería que dejaran paso a otros. Quizás habría llegado el momento de cambiar la ley electoral, posibilitar el sufragio directo para que el representante elegido fuera realmente responsable ante sus electores, para que pudiera votar en nombre de ellos y no de unas siglas. Quizás la proporcionalidad de la Ley D’Hondt causara estragos en algunos partidos, así que no se arriesgan. Modificar la Ley de Financiación de los Partidos Políticos haría mucho en favor de evitar determinados comportamientos ilícitos y corruptos, ya que no ha desaparecido una trama cuando se abre otra, y lo peor es que estamos convencidos de que todos están «pringados» hasta el corvejón y sólo vemos una mínima parte de la corrupción real, la que interesa que salga para dar una cierta credibilidad al sistema. La separación de poderes la han convertido en una quimera, porque a los jueces no les dejan actuar de manera independiente, el Legislativo legisla en función de lo que quieren los partidos y no lo que la sociedad necesita y debería demandar. Y el Ejecutivo… más de lo mismo, no ejecuta, no actúa, no previene y no Gobierna.

Y si estoy equivocado, por favor que me lo demuestren, porque sinceramente ahora NO sabría a quien votar… y a mí me gusta ir con mi papeleta a las urnas, paraVOTAR EN CONCIENCIA.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

14 respuestas a “Votar en conciencia”

  1. Alcione, lo único que les diferencia de nosotros es: TODO. Trabajan como posesos, estudian de todo, aprenden lenguas bárbaras, viajan y aprenden, retratan todo lo que se les pone delante (seguro que luego sacan planos acotados hasta de un mondadientes), respetan sus tradiciones milenarias…y avanzan a la vez hacia lo moderno sin perder la responsabilidad colectiva. En fin, si tuvieran algo más de espacio igual admitían a cuatro millones de españoles que pululamos por aquí a «verlas venir». Sayonara! 😉

  2. Gran país por cierto. Físicamente, son unos enclenques, tienen un clima horroroso y además, terremotos. No tienen recursos naturales, y olé.

    Sabías que fueron capaces de copiar, piedra por piedra, enviándolas por correo, la academia naval inglesa, en eta jima?

    Luego pasó Tsushima en la WWI y de la segunda mejor ni hablamos.

    ¿Qué tal un poco de disciplina para el país y miramos además por encima de las narices?.

  3. ¿Qué tal si nos fijásemos en las democracias más antíguas, como la americana o la inglesa?.

    ¿Qué tal si en vez de incentarnos cosas como el estado de las autonomías copiamos un modelo ya comprobado y que funciona?.

    Que país !!!!

  4. Raúl, sinceramente no sé a quien votan los jóvenes, ni los viejos, ni los maduros, ni las amas de casa, ni los ferroviarios… porque el voto es secreto.
    A mí me preocupa más mi voto, el cual suelo hacer dependiendo de las circunstancias que observo, porque tengo la suerte de no estar cautivo de unas ideas inamovibles, ni en política ni en ningún otro aspecto. Así que o me crean un partido a «medida» o me temo que mi voto aparezca en white (no quiero ni mentar el color en español). 😉

  5. Ricardo, es una lástima que estemos así de «desencantados» una inmensa mayoría de gente que podemos considerarnos «de bien», en el más amplio sentido de la expresión. cada uno con nuestras ideas, pero defendiendo lo que tantos años costó conseguir, y que durante la Transición con tanta generosidad «acordaron» los representantes legítimos que la hicieron posible. Ahora, como decía un amigo y buen jefe que tuve: «LO MAS PROBABLE ES QUE… ¿QUIEN SABE?». 🙁

  6. Tu lo has dicho Carlos, los partidos no quieren acuerdos de ningún tipo, cada uno sigue sus intereses partidistas, nunca mejor dicho, sólo les importa el disputado voto del Sr. Cayo. Pero estamos en democracia y pese a todo tenemos que votarsegún cada uno, no dejemos que por parecer pasotas, nos tengamos que arrepentir toda la vida.
    Me asombra el desapego de nuestra juventud, están más interesados por los colegas que por los padres, pendientes del último gag tecnológico antes que la última propuesta del parlamento, pero cuidado no a todos les pasa lo mismo, hay toda una generación de cachorros, cuyos padres siempre han votado a la derecha, preparados para cumplir las órdenes paternales con el voto.
    Sin embargo no veo la misma iniciativa en los jóvenes que provienen de padres más liberales y por lo tanto no influyen en las decisiones de sus hijos, por aquello de darles más libertad de la que tuvieron ellos, que gran peligro nos supone ésto, como tú muy bien sabrás la derecha vota siempre, y siempre a los suyos, pero en el otro lado no pasa igüal, salvo que algo o alguien les empuje a la urna.

  7. Raúl, La France, La Grandeur, la Révolution… C’est tout magnifique?.
    Aquí andamos siempre hablando de dos o más Españas, tantas como ciudadanos habitamos en la Península. Creo que el quid está en perpetuar esa idea. Me niego a considerar que pensemos lo que pensemos unos y otros, no podemos encaminar nuestros esfuerzos en un sólo concepto de Nación, o de Estado. Discrepar es maravilloso, cuando los que dirimen sus diferencias con un mismo objetivo llegan a ponerse de acuerdo en lo fundamental.
    En cuanto al Sr. Roca, no dudo que hiciera eso, pero es que además lo hacía con dietas, por no residir en donde está el Parlamento. Así que por cada crítica a los garbanzos, le quedaban «limpios» tanto euros como legumbres componen un cocido para muchos comensales. si hubiera sido de Valencia, contaría sus ingresos por el númro de granos de arroz de una paella…
    Si los partidos no quieren tendremos que llegar a cuerdos los ciudadanos y ponerles donde les corresponda a esos «mercaderes» del discurso populista. 🙁

  8. Francamente Carlos, yo no se tampoco a quien votar, no me siento representado en mis intereses personales o laborales por nadie. Antes bien ante casos como el famoso decretazo pienso que es inutil votes a quien votes, esto va camino de involucionar hacia una dictadura tipo chavista. Como mucho votar al mas pequeñito que ya tendra tiempo de irse corrompiendo. Los ciclos historicos ya se sabe pero la opresion, el esclavismo no se deben volver a tolerar nunca mas.

  9. Alcione, tal vez seamos aún unos bárbaros, descendientes de los Alanos o de los Suevos, o de los Vándalos.Nos ocuparon los romanos, vivimos la influencia musulmana divididos en Taifas, reconquistamos en nombre de la cristiandad, construimos un imperio, sustituímos casas de Reyes, establecimos dos repúblicas, soportamos las dictaduras entre ellas y después de, volvimos a restaurar la Monarquía Parlamentaria y me pregunto que: ¿qué coño queremos de verdad como modelo de Estado?. Parece que no nos gusta ninguno de los conocidos… 🙁

  10. Mi confianza en los salvapatrias de este País, quedó definitivamente perdida aquel día en que supe que unos de los padres de la Constitución Española, el Sr. Miquel Roca i Junyent, diputado por CIU en los gobiernos del Sr. González, llegaba a Barajas por la mañana pronto, se alojaba en el hotel Ritz unas horas, y después iba al Congreso para quejarse de la política económica del Gobierno, hablando de la subida del precio de los garbanzos y otras legumbres, para después del mitin irse de nuevo al hotel a dormir la siesta, para acabar volviendo por la tarde a Barajas y llegar a si ciudad Barcelona. Todos estos trayectos los hacía en coche oficial con chófer, que mira por donde es el tío de mi mujer, por lo cual lo que he dicho es cierto y corroborable. Y pienso y si eso era entonces, que pasará ahora?.

  11. Siempre he pensado que el haber echado a los franceses en la Guerra de Independencia, fué una victoria militar pero una derrota intelectual, ellos traían la libertad, la legalidad y la igüaldad. Claro que antes tuvieron que hacer una purga a base de guillotinazo puro y duro para limpiar la diferencia de clases. Creo que esa es la gran asignatura pendiente que tenemos y su lastra nos trae hasta nuestros días, sigue habiendo dos Españas (ideológicamente hablando), eso sin contar las diferentes autonosuyas de cada uno.Pero yo mi voto lo tengo siempre decidido, no por cerrazón, sino más bien por lo que no quiero, y eso acertada o equivocadamente, me dá tránquilidad de conciencia, algo que muchos no pueden decir.

  12. Hace siglos, se hablaba de las «manos muertas», es decir, la nobleza y el estado.

    ¿Y Hoy en dia?. Sindicatos, políticos, millones de funcionarios, consejeros de las cajas de ahorros, subvencionados del cince, subvencionados del campo, subvencionados de las energías renovables, y un laaargo etc.

    Los pueblos que no saben de su historia, están condenados a repetirla. Aquí, que no hubo reforma luterana, seguimos con la misma mentalidad desde hace siglos.

    Ay, España, cuantísimo me duelen las barbaridades que hacen los cernícalos de tus hijos !

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